De país de destino a país de origen
Tradicionalmente, las dinámicas migratorias de América del Sur han estado marcadas por patrones intra y extra regionales, siendo la República Bolivariana de Venezuela uno de los países de destino en la región más importantes.
Alrededor del 2010, el perfil migratorio de la República Bolivariana de Venezuela (Venezuela) comenzó a cambiar de un país de destino a un país de origen. Los recientes acontecimientos en el país, especialmente relativos a la situación económica, limitaciones al acceso a servicios tales como salud y alimento, la falta de dinero en efectivo y la polarización política son algunas de las razones para emigrar. Particularmente, en 2017 hubo un significativo aumento de venezolanos emigrados con cifras récord en los países de la región y el mundo. No solamente la emigración a destinos tradicionales se intensificó, sino que además hubo una diversificación de los destinos dado los nuevos países a los que los venezolanos emigran.
La emigración venezolana en aumento ha representado desafíos para los países de la región. Algunos de ellos han implementado herramientas regulares de política migratoria para garantizar la residencia legal (permanente o temporaria) a los venezolanos mientras varios otros han aprobado nuevas medidas legales desde comienzos del 2017 para recibir a dichos migrantes. Dichas respuestas destacan la importancia de la gobernanza migratoria de los países para adaptarse a contextos de inmigración intensa.
En adición a las herramientas legales, las respuestas también incluyen herramientas de relevamiento de datos. Por ejemplo, el Gobierno de Colombia recientemente anunció la creación del Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV), que es un mecanismo innovador apoyado por la OIM con el fin de recopilar información de migrantes venezolanos en situación de irregularidad para poder diseñar e implementar políticas públicas migratorias.
Dentro de las respuestas regionales figura el Plan de Acción Regional de la OIM que junto a otras actividades procura una mejor recolección y difusión de datos, desarrollo de capacidades, y coordinación para responder a las necesidades y prioridades expresadas por los gobiernos y la información recolectada por la Matriz de Seguimiento de Desplazamiento (DTM por sus siglas en inglés). DTM es una sólida herramienta para capturar, procesar y difundir información a fines de facilitar una mejor comprensión de los movimientos y de las cambiantes necesidades de los nacionales de Venezuela en la región. Mejorando el trabajo de campo de la DTM y la capacidad de análisis de datos en la región los gobiernos tendrán información confiable y comprensible respecto a los flujos recientes.
Los números relatan tanto la historia de la extensión y naturaleza de la emigración de venezolanos como así también la respuesta de la región.
Estimado de venezolanos viviendo en el extranjero y destinos más frecuentes
Mientras por un lado existen desafíos relacionados a los datos y a las brechas de información, existe una clara evidencia de migración continua de gran escala indicada por un aumento significativo de venezolanos en el extranjero. A nivel mundial, la cifra de venezolanos en el exterior se elevó de 700.000 a más de un millón y medio entre 2015 y 2017. En Suramérica, el número de venezolanos se elevó de 89.000 en 2015 a 900.000 en 2017, siendo un aumento del 900 por ciento.
Estimaciones de la población de migrantes venezolanos en países seleccionados
Fuentes: Fuentes oficiales y propias estimaciones (Mapa). ONU DAES 2005,2010; ONU DAES y otras estimaciones 2015, 2017 (Tabla).
Nota: Las cifras de 2017 son basadas en la suma de los datos disponsibles en todos los paÍses.
Los países de destino más frecuentes para los venezolanos son Colombia (600.000), los Estados Unidos (290.000) y España (208.000). Entre otras razones, estos son los países de destino más frecuentes porque: Estados Unidos provee oportunidades laborales para venezolanos profesionales y capacitados; España facilita canales legales para la ciudadanía de venezolanos con ancestros españoles; y la proximidad de Colombia y sus políticas, como aquellas sobre los familiares y de residencia, facilitan la inmigración venezolana. Estos países en conjunta acumulan el 68 por ciento del millón y medio de venezolanos en el extranjero. Es interesante notar también que en España, el número de mujeres (113.292) es mayor que el de hombres (95.041). Adicionalmente, más del 60 por ciento (127.825) de los venezolanos en España poseen la ciudadanía española, debido a la inmigración previa de españoles a Venezuela.
Los gráficos arriba, que también figuran en el último informe de la OIM sobre venezolanos en otros países, derivan de 1) censos de datos y 2) registros administrativos tales como los de residencia. Estas fuentes oficiales nos proveen, de todas maneras, números estimativos. Igualmente, debido a las fuentes de datos limitados, es difícil cuantificar la migración irregular y la población en tránsito. La naturaleza del fenómeno migratorio, que es cambiante y dinámico, y las herramientas limitadas en los Estados para medir la migración se suman a las dificultades de medir la complejidad de la migración.
Diversificación de países de destino
En los últimos dos años, se ha registrado un número ascendente de venezolanos en países de Suramérica junto a la diversificación de los países de destino. Chile, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay representan nuevos destinos y son países no limítrofes donde el número de venezolanos ha aumentado. Entre los nuevos destinos, Chile ha experimentado el mayor aumento de todos en términos relativos entre 2015 y 2017. En abril de 2018, Perú informó acerca de 200.000 nacionales en su territorio. El número de venezolanos en países limítrofes como Colombia y Brasil ha también crecido.
Si bien Colombia permanece como el destino más importante de venezolanos en Surámerica, un gran porcentaje de ciudadanos de Venezuela ingresa a Colombia en tránsito a otros países de destino final. Dicha dinámica ha aumentado en meses recientes.
Asimismo se ha dado una diversificación hacia otros países de destino en Latinoamérica entre los que se encuentra México, Panamá, Costa Rica e Islas del Caribe. Información recientemente difundida por la Oficina Nacional de Estadísticas de República Dominicana sostiene que la inmigración venezolana aumentó de 3.434 personas en 2012 a 25.872 en 2017, lo que representa un crecimiento del 653 por ciento. Otras islas del Caribe, como Aruba, Curaçao y la República de Trinidad y Tobago han también registrado un número creciente de venezolanos. La cercanía de las islas a Venezuela facilita la movilidad.
Nuevas herramientas legales para la inmigración venezolana
Entre 2015 y 2017, más de 400.000 permisos de residencia (temporal y permanente) fueron entregados a nacionales venezolanos mediante medidas ordinarias y extraordinarias. Los siguientes países aprobaron legislación específica para entregar permisos de residencia a venezolanos:
- Colombia — “Permiso Especial de Permanencia” (2017)
- Perú — “Permiso Temporario de Permanencia” (2017)
- Ecuador — “Estatuto Migratorio Ecuador-Venezuela” (2011) and “Visa UNASUR” (2017)
- Argentina — aplica el MERCOSUR Acuerdo de Residencia a los nacionales de Venezuela (vigente desde 2009)
- Brasil — “Permiso Temporario” (2017)
- Uruguay — aplica el MERCOSUR Acuerdo de Residencia a los nacionales de Venezuela (vigente desde 2009) y Residencia Permanente por Ley Nacional (2014)
- Chile- Visa de Responsabilidad Democrática (anunciada en Abril 2018)
Cabe destacar que mientras algunos Estados aplican el Acuerdo de Residencia del MERCOSUR, que provee residencia temporal y permanente a nacionales de los países miembro del MERCSOSUR y países asociados (si reúnen ciertos criterios), Venezuela no ha ratificado dicho acuerdo.
Otros países de Suramérica facilitan permiso de residencia a nacionales venezolanos a través de vías ordinarias de regularización. En este sentido, el número de permisos de residencia entregados por Chile es de destacar, alcanzando los 120.000 entre 2015 y 2017.
La OIM destaca el desempeño de todos los países de la región que adoptaron e implementaron instrumentos migratorios que facilitaren el acceso a derechos por parte de ciudadanos de Venezuela.
Diversas rutas migratorias
La diversidad de rutas empleadas por los venezolanos muestra una movilidad dinámica y cambiante. En adición a las rutas aéreas, la terrestre y la marítima se han vuelto recientemente más importantes. Para el caso de las vecinas islas del Caribe, como Aruba, Bonaire, Curaçao y la República de Trinidad y Tobago, las cortas distancias facilitan la movilidad marítima. En el caso de Colombia y Brasil, la mayor parte del desplazamiento es por tierra a través de la frontera. En Colombia, el mayor número es registrado en la ciudad de Cúcuta. En Brasil, el mayor número de ingresos por parte de venezolanos ha sido registrado en el Estado de Roraima. Numerosos ingresos a Ecuador se han registrado a través de Rumichaca, a Perú a través de Tumbes (frontera con Perú) y, a Chile a través de Tacna (frontera con Perú), por dar algunos ejemplos.
Perfil heterogéneo de los migrantes venezolanos
Poblaciones indígenas, mujeres, niños sin acompañar y adolescentes han sido identificados como grupos altamente vulnerables entre la población migrante en general. En Brasil, la presencia de indígenas Warao ha sido observada, con un incremento visto en 2017, particularmente en los Estados de Roraima (RR), Amazonas (AM) y Pará (PA). Estimaciones de enero 2018 por parte del Concejo Nacional de Derechos Humanos muestran que alrededor de 370 indígenas Warao están refugiados en Boa Vista, otros 370 lo están en Pacaraima (RR), 150 en Manaos (AM), 110 en Santarém y 100 en Belém (PA).
Los migrantes enfrentan vulnerabilidades en relación con la salud y están en riesgo de ser víctimas de trata de personas o tráfico. Enfrentan asimismo, dificultades y múltiples desafíos en regiones urbanas en cuanto a la inserción en el mercado laboral. En adición, una proporción significativa de migrantes venezolanos poseen un alto nivel de educación y planean continuar sus estudios en los países de destino (por ejemplo en Argentina), y tienen trabajos bien remunerados o instalan sus propios emprendimientos (por ejemplo Argentina, Uruguay and Chile). De todos modos, algunos de ellos pueden ser explotados debido a falta de reconocimiento de títulos, o estatus legal entre otros motivos. Efectivamente, algunos migrantes permanecen en una situación administrativa irregular debido a altas tasas, falta de documentación y largos períodos de espera de trámites. Esta vulnerabilidad puede llevar a la explotación, violencia, y trata, entre otros peligros.
De acuerdo a resultados del DTM en la frontera Peruana (Tumbes y Tacna), los nacionales de Venezuela son en su mayoría jóvenes (de 18 a 35 años), profesionales y solteros; hay una gran proporción de varones (63%). Un número significativo de encuestados tiene hijos, pero la mayoría informa que se encuentran en Venezuela. Al contrario, de acuerdo con resultados del DTM en Guyana, hay una mayor proporción de mujeres (60%), y un pequeño porcentaje de niños (3%).
Asimismo, de acuerdo a encuestas (DTM y otros) ,en algunos países (ej. Perú, Brasil, Ecuador y Colombia) se aprecian actitudes xenófobas hacia ciudadanos venezolanos, especialmente hacía aquellos con menor educación y con trabajos informales.
El futuro
En general, la inmigración venezolano ha sido bien recibida y los Estados han realizado grandes esfuerzos para solucionar los desafíos que presentan el creciente número de migrantes. Por ejemplo, las medidas de regularización especiales que han generado algunos países sudamericanos indican la voluntad de integrar a los migrantes en la vida social y construir sociedades multiculturales. Es posible que el proceso de inclusión social implique que las comunidades locales y autoridades necesiten tomar acciones para desarrollar, por ejemplo, orientación laboral, orientación con ela documentación y en el área educativa, actividades de integración sociocultural. Además, es incierta si la situación económica y social de Venezuela mejorará, en qué momento y cuánta gente puede seguir emigrando. Por el momento, la intensidad de la emigración de venezolanos hacia Sudamérica y el resto del mundo no muestra signos de desaceleración.