Migración por motivos ambientales
La cuantificación de la migración por motivos ambientales es una tarea difícil, debido a los múltiples factores que la causan, a los problemas metodológicos relacionados y a la falta de normas para la recopilación de datos. Existen algunos datos cuantitativos sobre los desplazamientos de poblaciones dentro de los países y, en menor medida, de un país a otro causados por los peligros naturales. Sin embargo, en el caso de la migración causada por procesos ambientales de evolución lenta, como la sequía o la subida del nivel del mar, la mayor parte de los datos existentes son cualitativos y se basan en estudios de casos, con muy pocos estudios comparativos. Mientras que las lagunas de datos persisten, las metodologías de investigación mejoran constantemente.
Definiciones
Algunos términos clave son importantes en el contexto de la migración y de los cambios ambientales y del clima:
- La movilidad humana es "un término genérico que abarca todas las diferentes formas de movimientos de personas". En el contexto de los impulsores del medio ambiente, se entiende que la movilidad humana abarca las tres formas de movimiento "inducido por el cambio climático" del Acuerdo de Cancún, a saber, el desplazamiento, la migración y la reubicación planificada (OIM, n.d.).
- La migración por motivos ambientales es el "movimiento de personas o grupos de personas [los migrantes ambientales] que, predominantemente por razones de cambios repentinos o progresivos en el medio ambiente que afectan negativamente a sus vidas o condiciones de vida, se ven obligadas a abandonar sus lugares de residencia habitual, o deciden hacerlo, ya sea temporal o permanentemente, y que se desplazan dentro o fuera de su país de origen o residencia habitual" (OIM, 2019).
- La migración climática es el movimiento de una persona o grupos de personas que, predominantemente por razones de cambio súbito o progresivo del medio ambiente debido al cambio climático, se ven obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual, o deciden hacerlo, ya sea temporal o permanentemente, dentro de un Estado o a través de una frontera internacional. (OIM, 2019). La migración climática es una subcategoría de la migración medioambiental; define un tipo singular de migración medioambiental, en la que el cambio en el entorno se debe al cambio climático.
- Refugiados climáticos o refugiados ambientales: También existe un creciente consenso entre los organismos implicados, entre ellos la OIM y el ACNUR, para evitar el uso de estos términos. Estos términos son engañosos y no reconocen una serie de aspectos clave que definen los movimientos de población en el contexto del cambio climático y la degradación del medio ambiente, incluido el hecho de que la migración medioambiental es principalmente interna y no necesariamente forzada, y el uso de estos términos podría socavar el régimen jurídico internacional para la protección de los refugiados (OIM, n.d.).
- Desplazados por motivos ambientales se refiere a "las personas desplazadas dentro de su país de residencia habitual o que han cruzado una frontera internacional y para las que la degradación, el deterioro o la destrucción del medio ambiente es una de las principales causas de su desplazamiento, aunque no necesariamente la única" (OIM, 2011: 34 en OIM, 2014:13).
- El desplazamiento por catástrofes "se refiere a las situaciones en las que las personas se ven forzadas u obligadas a abandonar sus hogares o lugares de residencia habitual, en particular como consecuencia de los efectos de las catástrofes provocadas por peligros naturales o para evitarlos. Este desplazamiento puede adoptar la forma de una huida espontánea o de una evacuación ordenada o forzada por las autoridades. Estos desplazamientos pueden producirse dentro de un país o a través de las fronteras internacionales". (El Programa de Protección de Nansen, 2015).
- Reubicación planificada "en el contexto de los desastres o de la degradación del medio ambiente, incluso cuando se debe a los efectos del cambio climático, [se refiere a] un proceso planificado en el que las personas o los grupos de personas se trasladan o reciben ayuda para alejarse de sus hogares o de su lugar de residencia temporal, se asientan en un nuevo lugar y se les proporcionan las condiciones para reconstruir sus vidas. El término se utiliza generalmente para identificar las reubicaciones que se llevan a cabo dentro de las fronteras nacionales bajo la autoridad del Estado y denota un largo proceso que dura hasta que "las personas reubicadas se incorporan a todos los aspectos de la vida en el nuevo entorno y dejan de tener necesidades o vulnerabilidades derivadas de la reubicación planificada". (OIM, 2019; Universidad de Georgetown, ACNUR y OIM, 2017; ACNUR, la Institución Brookings y Georgetown, 2015).
- Las poblaciones atrapadas se refieren a las poblaciones "que no migran, pero que están situadas en zonas amenazadas, [...] en riesgo de quedar 'atrapadas' o de tener que quedarse atrás, donde serán más vulnerables a los choques ambientales y al empobrecimiento" (OIM, 2019).
Tendencias recientes
En 2022 los desastres provocaron 32,6 millones de nuevos desplazamientos, lo que supone la cifra más alta en una década, así como un 41 por ciento más que la media anual de la última década (IDMC, 2023).
Del total de 60,9 millones de nuevos desplazamientos internos registrados en 2021, 32,6 millones fueron provocados por desastres (IDMC, 2023). A diciembre de 2022, al menos 8,7 millones de personas de 88 países y territorios vivían en situación de desplazamiento como consecuencia de desastres ocurridos no sólo en 2022, sino también en años anteriores (ibid.). Esto supone un aumento del 45 por ciento en el número total de desplazados internos por desastres en comparación con 2021 (ibid.)
Los cinco países con mayor número de nuevos desplazados internos a causa de los desastres fueron Pakistán (8,2 millones), las Filipinas (5,4 millones), China (3,6 millones), India (2,5 millones) y Nigeria (2,5 millones) (IDMC, 2023). 98 por ciento de los 32,6 millones de nuevos desplazamientos por desastres en 2022 fueron consecuencia de peligros relacionados con el clima, como tormentas, inundaciones y sequías (ibid.) Las inundaciones superarán a las tormentas por primera vez desde 2016, provocando 6 de cada 10 desplazamientos internos debidos a desastres en 2022, y las inundaciones monzónicas en Pakistán causaron el 25 por ciento de los desplazamientos internos debidos a desastres en todo el mundo ese año (ibid.). Somalia sufrió su peor sequía en 40 años y registró 1,1 millones de desplazamientos (ibid.). En Tonga, el 2 por ciento de la población tuvo que trasladarse tras una erupción volcánica muy poco frecuente (ibid.).
El impacto de la pandemia de COVID-19 sigue afectando a los desplazados internos de todo el mundo, sobre todo por la pérdida de medios de vida y la inseguridad alimentaria (IDMC 2021; IDMC 2022; IDMC 2023). Además, el cambio climático está modificando los regímenes de precipitaciones y temperaturas y aumentando la frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos en muchas partes del mundo, todo lo cual afecta a la seguridad alimentaria al reducir la producción agrícola (IPCC, 2022), provocando el desplazamiento estacional o permanente de la población de las zonas de riesgo. Lea más información sobre la seguridad alimentaria y la movilidad humana aquí.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) estima que más de mil millones de personas en todo el mundo podrían estar expuestas a riesgos climáticos específicos de las costas en 2050, lo que podría obligar a decenas o cientos de millones de personas a abandonar sus hogares en las próximas décadas (IOM, 2022; IPCC, 2022).
Los procesos de evolución lenta, como las sequías o la subida del nivel del mar, también afectan cada vez más a la movilidad de las personas en todo el mundo. En este sentido, los dos informes Groundswell del Banco Mundial han constatado que el cambio climático podría llevar a 216 millones de personas en seis regiones del mundo (África Subsahariana, Asia Meridional, América Latina, Asia Oriental y el Pacífico, África del Norte, Europa Oriental y Asia Central) a desplazarse dentro de sus países c para el año 2050 si no se toman medidas urgentes para reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero (Clement et al., 2021).
Fuentes de datos
Aún no existen conjuntos de datos completos sobre la migración por motivos ambientales o la reubicación planificada a nivel mundial, pero varias iniciativas han comenzado a reunir información en diferentes países. La siguiente lista ofrece una visión general de la información disponible, incluidas las investigaciones de carácter más cualitativo.
Colecciones de datos primarios:
Las autoridades nacionales recopilan información sobre las evacuaciones y los desplazamientos relacionados con desastres, en particular con los de tipo repentino. Con respecto a los desplazamientos locales causados por desastres, pueden obtenerse datos también de los organismos humanitarios internacionales y nacionales (ONGs, organismos de las Naciones Unidas) participantes en las operaciones de socorro, que reúnen datos para responder a las necesidades de las poblaciones afectadas. La reubicación planificada de comunidades en el contexto del cambio medioambiental y climático es cada vez más llevada a cabo por los gobiernos, incluso en el Pacífico, Asia y otros destinos, mediante la implicación de múltiples países de origen y destino (Bower y Weerasinghe, 2021). Para un resumen de otras reubicaciones programadas, vea Ionesco, Mokhnacheva y Gemenne, 2016; Benton, 2017 y Georgetown University, ACNUR y OIM, 2017).
Las fuentes de datos administrativos, como el número de visados humanitarios (por ejemplo, en los Estados Unidos de América, el Brasil, el Ecuador o México) o de permisos de residencia (por ejemplo, en la Argentina) otorgados con motivo de un desastre, pueden proporcionar información sobre los desplazamientos y movimientos transfronterizos en el contexto de los sucesos relacionados con el medio ambiente en general.
La Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos (DTM) de la OIM es un sistema que se utiliza para rastrear y supervisar los desplazamientos por catástrofes y la movilidad de la población. Los datos, que pueden desglosarse por género y sexo, se recogen, procesan y difunden periódicamente para ofrecer una mejor comprensión de los movimientos y las necesidades cambiantes de las poblaciones desplazadas y los migrantes, ya sea in situ o en ruta, antes, durante y después de los desastres. Los datos se presentan en el Portal de Datos del MDT. Un estudio sobre cómo las prácticas actuales del MDT recogen datos sobre la movilidad humana en el contexto de la degradación del medio ambiente, el cambio climático y las catástrofes, y extrae también recomendaciones sobre cómo mejorar las herramientas y prácticas actuales. Las recomendaciones incluyen mejorar el enfoque de algunas preguntas del MDT y aumentar la cantidad de opciones disponibles para que los encuestados proporcionen datos más granulares sobre el nexo entre migración, medio ambiente y clima (OIM, 2020).
La Herramienta de Seguimiento de la Trashumancia (TTT) del MDT es una herramienta desarrollada por la OIM para seguir los movimientos de la trashumancia y recoger las alertas relacionadas con los conflictos agro-pastorales, con el fin de prevenirlos y mitigarlos.
Las fuentes de datos innovadoras incluyen las fuentes basadas en los teléfonos móviles, como los registros detallados de llamadas. El big data generado por los usuarios de teléfonos móviles antes y después de los desastres, como en el caso del terremoto de 2010 en Haití (Bengtsson et al., 2011) y de varios tifones en Filipinas y Bangladesh (Lu et al., 2016), pueden indicar adónde se desplazaron las personas y ayudar a prestar una asistencia humanitaria rápida y específica, o a entender los movimientos internos (Laczko y Rango, 2014; Grupo Mundial sobre Migración (GMM), 2017). Esta puede ser una forma de reunir datos cuantitativos complementarios sobre los desplazamientos en pequeña escala y sobre los patrones estacionales relacionados con la adaptación a los cambios ambientales y a los desastres, que son difíciles de determinar con las herramientas tradicionales de las encuestas por hogares (Lu et al., 2016). Otros proyectos apuntan a utilizar las fuentes de big data, como las imágenes de satélites o los datos de los medios sociales, para detectar en una fase temprana los factores de estrés ambiental que podrían conducir al desplazamiento (véase, por ejemplo, Isaacman et al., 2017).
Varios proyectos de investigación han reunido y siguen reuniendo nuevos datos sobre los vínculos entre el medio ambiente y la movilidad humana, pero por lo general no aplican un enfoque comparativo. Hay tres excepciones notables. En primer lugar, el proyecto Migración, Medio Ambiente y Cambio Climático: Datos Empíricos para la Formulación de Políticas (MECLEP, por sus siglas en inglés), que fue ejecutado por la OIM y seis centros de investigación asociados en 2014-2017 con financiación de la Unión Europea y que realizó un estudio comparativo – cuantitativo y cualitativo – de seis países (Haití, Kenya, Mauricio, Papua Nueva Guinea, República Dominicana y Viet Nam). La metodología desarrollada para el proyecto podría aplicarse fácilmente a otros países.
En segundo lugar, el proyecto Cambio Climático y Migración en el Pacífico (PCCM, por sus siglas en inglés), de la OIT, la CESPAP y el PNUD, que se centró en Tuvalu, Nauru y Kiribati. El Instituto de Medio Ambiente y Seguridad Humana de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU-EHS) publicó conclusiones detalladas sobre el modo en que el cambio climático está afectando a estos Estados insulares del Pacífico.
En tercer lugar, el proyecto HABITABLE es un proyecto financiado por la UE (2020-2024) cuyo objetivo es avanzar significativamente en nuestra comprensión de las actuales interrelaciones entre los impactos climáticos y los patrones de migración y desplazamiento, y anticipar mejor su evolución futura. Dirigido por el Observatorio Hugo, el proyecto reúne a 21 socios de 18 países y se centra en cuatro regiones: África Occidental, África Oriental, África Meridional y Asia Sudoriental.
Investigaciones y fuentes de datos secundarios:
Desde 2008, el Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos (IDMC, por sus siglas en inglés) compila datos sobre el desplazamiento interno causado por desastres en todo el mundo a través de su Base de Datos Mundial sobre los Desplazamientos Internos (GIDD). Las estimaciones se basan en información aportada por las autoridades nacionales, organismos de las Naciones Unidas tales como la OIM, la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y, en particular, los informes de los medios de comunicación. Las cifras se publican en el informe anual titulado Global Report on Displacement (GRID), que abarca también el desplazamiento interno causado por conflictos y por la violencia. El Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos está desarrollando metodologías para cartografiar y evaluar los riesgos de desplazamiento por desastres en el futuro y ha comenzado a recopilar datos sobre el desplazamiento transfronterizo.
El proyecto HELIX (High-End Climate Impacts and Extremes) realizó investigaciones sobre los efectos del clima y la adaptación con distintos escenarios de calentamiento global (2, 4 y 6 grados Celsius), utilizando análisis predictivos. Los estudios del impacto incluyeron la migración humana. En el reciente informe titulado Groundswell: Preparing for internal climate migration (Rigaud et al., 2018) se presenta un modelo de la distribución de la población en 2050 en tres regiones (el África Subsahariana, Asia Meridional y América Latina), en la hipótesis de que no se adopte ninguna medida.
La base de datos CLIMIG, que reúne estudios cualitativos y cuantitativos sobre la migración por motivos ambientales, fue desarrollada por la Universidad de Neuchâtel (Suiza).
El Portal sobre la Migración por Motivos Ambientales de la OIM, contiene una base de datos de investigaciones que permite hacer búsquedas y que inicialmente se basó en la publicación People on the Move in a Changing Climate: A Bibliography, preparada por la OIM en colaboración con la Universidad de Neuchâtel. La base datos también incluye las evaluaciones de la migración y el medio ambiente por países publicadas por la OIM.
El grupo de trabajo de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD), que se ocupa del tema “Cambio ambiental y migración”, preparó una bibliografía anotada sobre la migración por motivos ambientales y desarrolló un juego de herramientas para la reubicación planificada, con numerosos ejemplos de estudios de casos (Universidad de Georgetown, ACNUR y OIM, 2017).
La OIM y el Instituto de Estudios Políticos de París elaboraron el primer “Atlas de la Migración por Motivos Ambientales”, que fue publicado por Routledge en 2017. La publicación reúne, por primera vez, los conocimientos existentes sobre los vínculos entre la migración y los cambios ambientales, documentándolos ampliamente con mapas, diagramas y estudios de casos.
El Observatorio Hugo, de la Universidad de Lieja (Bélgica), se dedica a la investigación sobre los cambios ambientales y la migración.
La Plataforma sobre Desplazamientos por Desastres (continuación de la Iniciativa Nansen) ofrece un conjunto de datos mundial que incluye los resultados preliminares de más de 400 casos de reubicación planificada. Actualizada por última vez en 2021, presenta características como la ubicación geográfica, la distribución espacial, la amenaza principal y el estado de terminación.
Back to topPuntos fuertes y limitaciones de los datos
En la última década han habido avances importantes en las metodologías y la recopilación de datos. Investigadores universitarios y organismos especializados están trabajando en la mejora de las metodologías para los estudios comparativos de países y regiones, en modelos de simulación con agentes y simuladores multifactoriales para predecir las tendencias futuras (como la modelización de los desplazamientos causados por la sequía, Ginnetti y Franck, 2014, o el Modelo del Riesgo Mundial de Desplazamientos del IDMC, que estudia los desastres repentinos sobre la base de la destrucción de viviendas), y en la determinación de los puntos críticos mediante la triangulación de datos ambientales y sociales, todo lo cual puede contribuir en gran medida a mejorar la información objetiva disponible actualmente y las proyecciones futuras de las tendencias de la migración por motivos ambientales, para orientar mejor las políticas y la acción.
Fuentes de datos innovadoras: Big data ofrece oportunidades, que es posible reforzar, para estimar el alcance de los desplazamientos motivados por desastres y por la degradación del medio ambiente. Los nuevos métodos pueden colmar las lagunas en los datos de las series temporales, indicando adónde se han desplazado las personas y mejorando la pertinencia temporal de esta información. En algunos casos, estos nuevos métodos podrían utilizarse para dar alertas tempranas que salven vidas. Al mismo tiempo, es necesario respetar las salvaguardias de la privacidad y las consideraciones éticas.
Sin embargo, las dificultades no son pocas:
Es difícil distinguir entre las situaciones en que el medio ambiente es el principal factor que desencadena la migración y aquellas en que los factores son otros o el medio ambiente es solo uno de ellos: en la mayoría de los casos, los factores ambientales están estrechamente relacionados con factores socioeconómicos, políticos, demográficos, culturales y personales que contribuyen a causar o evitar la movilidad (Laczko y Aghazarm, 2009; Foresight, 2011), lo que dificulta la recopilación de datos cuando no se trata de desastres repentinos que requieren una evacuación. La información sobre las personas que se desplazan a raíz de procesos más graduales, los llamados procesos de evolución lenta, como la subida del nivel del mar o la salinización, es escasa por razones metodológicas.
Los datos más completos de que se dispone no recogen la duración del desplazamiento: gracias a la labor del IDMC, hay datos sobre los desplazamientos internos ocasionados por desastres naturales para casi todos los países. Sin embargo, las diferentes definiciones utilizadas por los proveedores de datos y la escasa notificación por parte de los países siguen siendo un problema, que hace que una parte importante de la información sobre los sucesos incluidos en las estimaciones proceda de los medios de comunicación.Las estimaciones del IDMC indican los nuevos desplazamientos durante un año calendario ( y desde el año 2019 las poblaciones de desplazadas internos por desastres al final del año), pero no capta la duración del desplazamiento, los regresos al lugar de origen o la reubicación en otro sitio, ni incluye a las personas albergadas en campamentos o atrapadas en situaciones de desplazamiento a largo plazo, las denominadas “situaciones prolongadas”, de año en año. La recopilación de datos sobre los movimientos transfronterizos después de los desastres está solo comenzando y se limita a estudios de casos localizados (IDMC, 2018 (a)). En el marco de la labor del Grupo de Trabajo sobre Datos y Conocimiento, de la Plataforma sobre los Desplazamientos Causados por Desastres, dirigida por los Estados, se están apoyando nuevas investigaciones sobre los desplazamientos transfronterizos causados por desastres.
La notificación es incompleta: la calidad de los datos sobre los desplazamientos y su disponibilidad varían de un país a otro y en función del tipo de suceso: los sucesos o desastres en pequeña escala que ocurren en zonas aisladas y marginadas rara vez se notifican y, por lo tanto, no están incluidos en las estimaciones agregadas disponibles (IDMC, 2017: 98; IDMC, 2018 (a)).
Hay poca información sobre los vínculos entre los desplazamientos por conflictos y por desastres: en los casos de conflictos relacionados con desastres, falta información sobre los movimientos, en particular sobre las historias de los desplazamientos, que podrían respaldar las predicciones en el futuro (por ejemplo, los datos del Centro de Seguimiento de los Desplazamientos Internos están disponibles desde 2008, pero solo desde 2017 incluyen cifras sobre la sequía).
Faltan conjuntos de datos completos sobre la migración por motivos ambientales o la reubicación planificada: los datos sobre la migración por motivos ambientales y la reubicación planificada han mejorado en los últimos años, con la realización de un número creciente de estudios en las zonas afectadas. Las bases de datos de investigaciones arriba enumeradas son herramientas importantes que ofrecen un panorama general de la información disponible. Sin embargo, se necesitan datos cuantitativos, longitudinales, desglosados, georreferenciados y comparables para evaluar en qué medida las diferentes formas de movilidad pueden ser una estrategia de adaptación beneficiosa, y cuáles son los posibles riesgos que deben reducirse al mínimo. La mayoría de las encuestas existentes se centran principalmente en los vínculos entre la migración y el medio ambiente como factor causal, y en su mayor parte son de carácter cualitativo. Se precisa más información sobre los efectos de estos movimientos en la adaptación a los cambios ambientales y al cambio climático.
Faltan datos sobre las poblaciones atrapadas: algunas poblaciones afectadas por la degradación del medio ambiente y por desastres pueden no estar en condiciones de desplazarse, por falta de recursos financieros, discapacidad, razones sociales (como cuestiones de género), o de redes sociales. Estas son poblaciones sumamente vulnerables, pero los datos que podrían orientar la acción y la protección son escasos.
Se necesitan mejores análisis predictivos: al tratar de predecir las tendencias futuras, la desconexión entre los profesionales de las ciencias ambientales y de las ciencias sociales aumenta las dificultades, ya que una labor multidisciplinaria y una mejor integración de los datos sobre el clima y la población mejorarían enormemente las investigaciones sobre la migración por motivos ambientales.
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