Trata de personas
Se necesitan datos sobre la magnitud de la trata de personas y los perfiles de las víctimas y de los traficantes, para elaborar políticas de lucha contra este fenómeno que se basen en información contrastada.
La creciente importancia de la trata de personas queda demostrada por su inclusión en las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, la agenda para el desarrollo mundial, aprobada por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas. La trata de personas se menciona directamente en varias metas de los ODS, lo que crea la necesidad de elaborar fuentes de datos pertinentes, mejorar las ya existentes, y medir los indicadores y los avances en la consecución de esas metas relacionadas con la trata.
Definición
El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas define la trata de personas o de seres humanos como sigue:
Por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. (Art. 3, párr. a))
El Protocolo especifica además que el consentimiento de la persona víctima de la trata no será válido cuando se haya obtenido por medios inadecuados:
El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de explotación intencional descrita en el apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados en dicho apartado. (Art. 3, párr. b))
Con respecto a los niños víctimas de la trata, el Protocolo establece que la condición de vulnerabilidad de los niños invalida en todos los casos su consentimiento, aunque no se hayan utilizado medios inadecuados:
La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación se considerará “trata de personas” incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo. (Art. 3, párr. c))
Por “niño” se entenderá toda persona menor de 18 años. (Art. 3, párr. d)).
Tendencias recientes
El número de hombres identificados como víctimas de la trata se ha incrementado considerablemente con el tiempo, aumentando la conciencia de que los varones también pueden ser objeto de trata para diferentes tipos de explotación.
La edad promedio de las víctimas identificadas de la trata (en el momento en que reciben asistencia) es de 26 años, y la mitad de todas ellas tienen entre 18 y 34 años. La edad promedio de las víctimas identificadas en 2015-2016 fue de 29 años, con edades, por término medio, mayores entre los hombres que entre las mujeres. Al menos de 16% de las víctimas identificadas en ese período eran niños. En promedio, las víctimas son objeto de la trata durante aproximadamente dos años, de modo que la edad promedio al comienzo de la trata es inferior a 26 años.
En los últimos años, la proporción de los casos identificados de trata que tiene fines de explotación sexual ha disminuido, mientras que la de los casos de trata con fines de trabajo forzado ha aumentado. En la actualidad es más frecuente la identificación de víctimas de la trata con fines de explotación laboral.
La enorme mayoría de las víctimas identificadas entre 2002 y 2016 entró en el proceso de la trata a través de la migración laboral, aunque una gran proporción de las menores víctimas de la trata identificados en el período 2014-2016 fueron vendidos por sus familias o entraron en el proceso de la trata por conducto de familiares o parientes. Las víctimas identificadas en sectores como la minería y la construcción son casi exclusivamente hombres, mientras que las identificadas en la prostitución y en sectores como el de la hospitalidad o las atenciones sociales son en su mayoría mujeres.
Fuentes de datos
Varios organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales (ONGs) internacionales han colaborado en la creación de fuentes de datos sobre los perfiles de las víctimas de la trata de personas, la prevalencia de la trata y los fenómenos conexos del trabajo forzado y el matrimonio forzado.
Entre las fuentes de datos sobre los perfiles de las víctimas de la trata de personas figuran las siguientes:
La base de datos mundial sobre víctimas de la trata, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM): A través de la asistencia directa que presta a las víctimas de la trata, la OIM ha desarrollado la mayor base de datos del mundo sobre estas personas. La base de datos contiene más de 50.000 casos individuales, y cada año se añaden alrededor de 5.000 casos nuevos. Actualmente, la OIM presta asistencia a entre 7.000 y 9.000 víctimas por año, y construye así una fuente internacional de datos sobre las víctimas de la trata sin igual. Los datos recopilados comprenden información sobre los antecedentes de las víctimas, los lugares y las rutas de la trata, los modos en que las personas caen en ese proceso, las formas conexas de explotación y abuso, los sectores de explotación y los medios por los que se controla a las víctimas, junto con información sobre los traficantes.
Hasta no hace mucho, debido al carácter sensible de su contenido y a las consideraciones relativas a la protección de los datos y la confidencialidad, la base de datos de la OIM no era de dominio público. Sin embargo, en 2017, la OIM comenzó a facilitar datos primarios en línea, individuales pero anónimos, sobre las víctimas de la trata, a través del portal de su Base de Datos Colaborativos sobre la Trata de Personas (CTDC). En este portal de datos, los usuarios inscritos pueden descargar los datos anonimizados sobre la trata de personas, aportados por organizaciones que luchan contra este fenómeno en distintas partes del mundo. Este conjunto de datos mundial contiene actualmente alrededor de 45.000 registros, mientras que el conjunto de datos combinados no anonimizado contiene más de 80.000 observaciones, en las que se basan las visualizaciones presentes en el Portal de datos. La OIM y Polaris son los primeros contribuyentes al Portal de datos mundial, y se les ha sumado Liberty Asia. Otras organizaciones también han manifestado su interés en contribuir.
El Informe Mundial sobre la Trata de Personas, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC): La UNODC recopila información de los Gobiernos sobre las víctimas de la trata identificadas en sus respectivos países por medio de un cuestionario común con un conjunto de indicadores estándar, y luego agrega los resultados. El informe mundial más reciente fue publicado en 2016. A lo largo de dos años, la labor de preparación de este informe generó datos sobre unas 63.251 víctimas identificadas de la trata, aportados por 106 Gobiernos nacionales. La mayor parte de los datos no son solo registros individuales, sino cifras absolutas desglosadas por variables tales como el sexo, la edad y el tipo de explotación, cuando es posible. Además, la UNODC recopiló información oficial, como los informes policiales públicos y verificados por los Gobiernos nacionales. Organizaciones intergubernamentales y ONGs recopilaron el 8% de esta información.
Las fuentes de datos sobre la prevalencia de la trata de personas y los fenómenos conexos, como el trabajo forzado y el matrimonio forzado, comprenden lo siguiente:
La Estimación de Sistemas Múltiples: esta es una metodología que se utiliza para estimar el número total de víctimas (identificadas y no identificadas) de la trata de personas a nivel nacional. La metodología se basa en listas parciales, independientes de casos de trata, proporcionadas por distintas entidades que participan en la lucha contra este fenómeno, como las ONGs, los tribunales, la policía, otras autoridades y las organizaciones internacionales.
La publicación Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna: trabajo forzado y matrimonio forzado de 2017. Estas estimaciones son publicadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Walk Free Foundation (WFF), en colaboración con la OIM. Según el nuevo informe de 2017, en 2016 hubo, en cualquier día del año, unos 40 millones de víctimas de la esclavitud moderna. De estas, aproximadamente 25 millones estaban sometidas a trabajos forzados, y otros 15 millones estaban atrapadas en matrimonios forzados. El trabajo realizado para elaborar esta estimación comprendió la realización de encuestas innovadoras para obtener datos de más de 50 países, y proporcionó información fundamental para medir el progreso hacia la meta 8.7 de los ODS.
La Estimación Mundial de la Esclavitud Moderna consta de dos subestimaciones: el trabajo forzado y los matrimonios forzados. También tiene en cuenta las formas de coacción que están prohibidas por los instrumentos internacionales de derechos humanos y las normas laborales. Las estimaciones de la explotación sexual forzada, el trabajo infantil forzado y la duración de la explotación laboral forzada se obtuvieron utilizando la base de datos mundial sobre víctimas de la trata, de la OIM.
La metodología y el alcance de la nueva Estimación Mundial de la Esclavitud Moderna representa un enfoque unificado, que integra a múltiples interesados en la medición de la trata de personas. Se basa en trabajos anteriores de la OIT (las estimaciones mundiales del trabajo forzado de 2005 y 2012) y en la labor de la WFF (las estimaciones mundiales de la esclavitud moderna de 2013, 2014 y 2016). El número de encuestas utilizado es mayor que en los casos anteriores, con más países y más encuestados. Las 54 encuestas nacionales probabilísticas contienen entrevistas con más de 71.000 informantes de 48 países.
Las estimaciones de la prevalencia de la trata en situaciones de crisis (conflicto), elaboradas por la OIM, la OIT y la WFF, procuran colmar las deficiencias de datos existentes en las mediciones de la trata de personas en los países con grandes cantidades de desplazados. Se trata de una iniciativa de investigación experimental realizada en tres países con grandes números de desplazados internos, y en la que la OIM tiene importantes operaciones humanitarias y marcos de muestra adecuados. La estimación estará disponible a finales de 2017 o principios de 2018:
Back to topPuntos fuertes y limitaciones de los datos
Las fuentes de datos mundiales sobre las víctimas de la trata de personas y los fenómenos conexos, como el trabajo forzado y el matrimonio forzado, son puntos de referencia importantes, y su metodología y accesibilidad mejoran continuamente. Sin embargo, hay limitaciones en esta difícil tarea; algunas de ellas son las siguientes:
Los conjuntos de datos sobre las víctimas identificadas o detectadas tienen un alcance geográfico limitado y no están completos: la disponibilidad de datos de la OIM depende de la presencia de los programas de esta Organización, cuyo alcance varía de un país a otro. La base de datos de la UNODC se nutre de la información oficial aportada principalmente por los Gobiernos participantes, y esos datos están más completos en algunos países que en otros. Las leyes y políticas de lucha contra la trata de algunos países, así como su capacidad de identificar a las víctimas e informar sobre ellas, facilitan una mejor recopilación de datos.
En muchos casos, los conjuntos de datos solo contienen datos agregados o información sumamente sensible en forma desagregada: los datos proporcionados a la UNODC son a veces cifras agregadas que no están desglosadas por variables básicas tales como el sexo y la edad. Además, los datos no incluyen detalles sobre la explotación y el proceso de la trata. Los datos de la OIM son datos primarios de registros de casos individuales, con información muy detallada sobre cada víctima de la trata. Esta información es sumamente delicada. Aun cuando se anonimizan los datos, existe el riesgo de una nueva identificación, con posibles consecuencias graves. Por lo tanto, el acceso a estos datos por los interesados externos y su uso en diversas iniciativas han sido relativamente limitados hasta la fecha. El acceso a los datos se ve restringido también por el hecho de que las normas de las Naciones Unidas para las estadísticas dictan que los datos deben ser estrictamente confidenciales y utilizarse exclusivamente para fines estadísticos (Naciones Unidas, 2013).
La elaboración de estimaciones de la prevalencia de la trata de personas es difícil: la trata tiene una definición legal complicada, la cual es a la vez amplia, por las diferentes formas de trata que abarca, y específica, por el modo en que la separa de otros delitos y violaciones de los derechos humanos. Esto hace que este fenómeno sea difícil de medir mediante las encuestas tradicionales, por ejemplo.
Además, hay importantes limitaciones relacionadas con el muestreo en la elaboración de una estimación de la prevalencia mundial. No en todos los países pueden obtenerse muestras, debido a la falta de recursos, a razones de seguridad, o a la existencia de graves situaciones de emergencia humanitaria. En consecuencia, la selección de países en donde se realizan las encuestas no es una muestra aleatoria. También hay consideraciones éticas, y problemas relacionados con las encuestas de hogares a gran escala, debido al carácter delicado de algunas preguntas (como las que se enfocan a la explotación sexual o a la violencia), y con la dificultad de recopilar datos sobre los niños.
Muchos de estos retos se aplican también al estudio de la prevalencia de fenómenos conexos tales como el trabajo forzado, el matrimonio forzado y el trabajo infantil.
La Estimación de Sistemas Múltiples es nueva y no puede aplicarse en todo el mundo: este método y su aplicación en la lucha contra la trata aún se están poniendo a prueba en unos cuantos países, pero pueden ofrecer una buena estimación de referencia, con un mínimo consumo de recursos, en los casos en que no se dispone de otras estimaciones. Sin embargo, el método requiere la existencia previa de múltiples bases de datos sobre víctimas de la trata identificadas en el país en cuestión. Los investigadores que desarrollan este método de estimación consideran que podría utilizarse en unos 50 países del mundo.